Como con un moño
Hace tiempo que las aventuras de Mario y Homero están
subidas y listas para leer. Ahora, como introducción a sus entuertos, ocho portadas-historietas
—una por capítulo— dan la bienvenida para que el hilo de la narración oscile entre párrafos y viñetas.
Al principio de esta obra, tuve ganas y curiosidad, de contar a través de la narración, también nutrirla de momentos gráficos. Y acá estamos. Las vivencias del pintor y el periodista cuyo oficio será el de pintar sueños y lidiar con Dios, un jefe de talante y volteretas emocionales, se pueden disfrutar como lector de ambos géneros.
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